Real Madrid y Bayern de Múnich dejan todo por decidir para el Santiago Bernabéu. Los dos gigantes del fútbol continental han empatado a dos tras un duelo de poder a poder, en el que Vinícius y Kroos mantuvieron al Real Madrid con vida en sus peores momentos.
El históricamente conocido como el ogro europeo del Real Madrid arrancó de manera terrorífica para los intereses blancos. Los chicos de Thomas Tuchel mordieron desde el mismo instante en el que el balón comenzó a rodar. Con el reloj de los minutos a cero, el Bayern acarició un 1-0 que frustró Lunin, héroe en Mánchester, con un pie salvador.
El empuje bávaro sometió a un Real Madrid incapaz de hacerse con el balón. Los alemanes llegaban en oleadas y con facilidad. El Bayern sumaban cuatro aproximaciones en 10 minutos y los de Carlo Ancelotti se limitaban a resistir.
Como un faro en mitad del temporal, emergió la figura de Toni Kroos. El centrocampista, ex del Bayern, se hizo notar y, como con aguja e hilo, comenzó a tejer a un Real Madrid fuera de punto hasta entonces.
Kroos se multiplicó, inventó espacios en los que recibir y dar salida constante a los suyos, y se hizo el dueño del partido. El metrónomo del Real Madrid consideró que había que acelerar y hacer sangre y Vinícius acató la orden. Kroos premió el desmarque de Vini con un pase magistral que el brasileño convirtió en el 0-1 con un solo toque.
El mazazo del Real Madrid fue directo a la línea de flotación de un Bayern que quedó desconcertado. Después de 20 minutos de presión asfixiante, el Real Madrid solo necesitó un mínimo respiro para ponerse por delante en la eliminatoria.
El gol cambió por completo el guion que escribía hasta entonces el partido. El Real Madrid pasó a ser dominador del juego, mientras que el Bayern parecía amedrantado, ya que pese a la superioridad exhibida de inicio los blancos demostraron cómo de peligrosos podían llegar a ser con un zarpazo.
La inercia de un Real Madrid intimidante continuó tras el descanso. El Bayern, consciente de lo que puede ser la vuelta en el Santiago Bernabéu, tenía que ir a por el partido y eso podía descuidar su portería. Menos de cinco minutos después de la reanudación, Neuer se encargó de sostener a los suyos con un paradón al intento de Kroos al ángulo tras un contraataque.
El Bayern cumplió con lo esperado y Sané trazó la línea más directa, la diagona, para encontrar el agujero en el Madrid. El extremo alemán recibió, encaró y desbordó a Mendy para concluir con un cañonazo que se coló por el primer palo. Nada pudo hacer Lunin.
La estampida muniquesa rompía hacia el área merengue, lugar donde Lucas Vázquez cometió un penalti tan imprudente como claro sobre Musiala. Kane confirmó la remontada fulminante del Bayer, que en siete minutos pasó de estar a punto de encajar el 0-2 a ponerse con 2-1 a favor.
La encerrona en el Allianz Arena surtía efecto tras el descanso. La variación de flancos entre Musiala y Sané, que partieron en la segunda parte a banda cambiada, desbordó al Madrid que encontró la bombona de oxígeno para agarrarse a su camino a Wembley en Vini.
El crack brasileño ejerció como galáctico y uno de los líderes más destacados del Real Madrid. Vini avisó en el espacio de los goles, entre el lateral y el central, y atacó con fiereza a la espalda de Kim Min-jae.
La primera intentona fue repelida con éxito por Neuer, pero Vini continuó. Siempre un esfuerzo más, un regate más, y un recorte más que, en este caso, dejó en ventaja a su socio, Rodrygo. El otro atacante brasileño del Madrid se perfilaba para aferrar a los blancos a la eliminatoria cuando un desesperado Kim Min-jae le obstaculizó en penalti.
Vinícius asumió la responsabilidad e igualó para sumar un doblete que deja al Real Madrid a una victoria de la final de la Champions. Al Real Madrid, que por momentos estuvo más cerca del 3-1 que del 2-2, le basta una victoria en casa para llegar a Wembley. El Bernabéu decidirá.