Efectivo sigue siendo el método de pago más usado en España. El 65% de la población lo utiliza diariamente y, lo que es más llamativo, que casi la mitad lo usa a diario, pero sin alternar con la tarjeta, solo el efectivo. Este dinero se consigue, en casi su totalidad, a través de cajeros automáticos y muy poca gente conoce el ‘cashback’ o retirada de efectivo en comercio relacionada con la compra; o el ‘cash in shop’ o retirada de efectivo sin comprar nada, ya que solo lo usa el 3% de la población, según el estudio sobre hábitos en el uso del efectivo 2023, publicado por el Banco de España.
El uso tan residual de esta alternativa de retirada de efectivo se puede deber a que solo el 14% de la población lo conoce. En el público, el nivel de conocimiento de este servicio es bajo, aunque, al explicar en qué consiste, la predisposición de uso en el futuro aumenta. Según el estudio, el 26% de la población estaría dispuesto a usarlo. Sin embargo, otro de los problemas que se plantea este punto es que pocos establecimientos ofrecen el sistema de retirada de efectivo en tienda. En el 2023, sólo el 2% de los comercios lo oferta y aumenta ligeramente al 5% para ofrecerlo en un futuro.
Con todo esto, el cajero es la principal fuente de obtención para 3 de cada 4 ciudadanos. Y, aunque los puntos de retirada se perciben algo más alejados que en 2022, 8 de cada 10 personas en España pueden acceder al efectivo a menos de 1 kilómetro. En este aspecto, hay que tener en cuenta que cada año hay menos cajeros. Al cierre del pasado marzo había en España 45.174 máquinas, lo que supone un 26% menos que en 2008, según los datos del Banco de España.
Además, la instalación de cajeros es más cara. Sólo para mantenerlo operativo se precisan 1.000 euros mensuales y se necesitan 56 retiradas de efectivo diarias para pagar el mantenimiento, cosa que en pueblos pequeños no parece probable que se produzca.
La búsqueda de alternativas es urgente. De hecho, el ‘cashback’ o ‘cash in shop’ son opciones para acercar ese efectivo a todos los puntos, ya que casi todas las localidades cuentan con un comercio al que acudir para obtener el efectivo. Otra alternativa es la que firmaron las asociaciones bancarias en 2022 con Correos. Pero tampoco es una opción conocida ni utilizada. Según el estudio del Banco de España, el nivel de conocimiento del servicio de Correos Cash no supera el 25% en ninguno de los perfiles analizados.
Solo el 2% de la población ha utilizado este servicio, aunque existe cierta predisposición a usarlo en el futuro, ya que el 22% espera hacerlo. Si se mira en el lado de los comercios, el uso aún es menor, ya que solo el 1% lo ha usado el último año y el 15% espera hacerlo en el futuro próximo.
La edad y el nivel de estudios siguen siendo los factores determinantes en el uso de los medios de pago. Así, por lo que se refiere a la edad, las personas mayores de 54 años son las que en mayor medida pagan en efectivo a diario, mientras que el tramo de edad entre 25 y 44 es el que más utiliza la tarjeta en su día a día, y los más jóvenes son los que más emplean los dispositivos móviles. Respecto al nivel de estudios, las personas con estudios básicos son las que más usan el efectivo a diario, mientras que las tarjetas son más utilizadas por personas con estudios medios y superiores, y los dispositivos móviles por las que tienen estudios superiores.
Los principales motivos de uso del efectivo son la comodidad, la costumbre y el control de gastos. Por su parte, comodidad y rapidez son las razones más frecuentes para el uso de tarjetas y de dispositivos móviles. A corto plazo, no se esperan grandes cambios en el uso del efectivo. Así, 2 de cada 3 encuestados considera que su uso será similar al actual dentro de un año, aunque esta percepción también varía según la edad. El 39% de los menores de 35 años cree que su uso del efectivo disminuirá. Entre los mayores de 64 años, sin embargo, solo un 16% considera que pagará menos en metálico. El efectivo sigue aceptándose en la práctica totalidad del pequeño comercio y hostelería, mientras que la tarjeta y dispositivos móviles son aceptados en el 89 y 78% de ellos, respectivamente.